Cuenta una bellísima leyenda francesa del siglo XII que un acróbata y payaso, hastiado de recorrer el mundo, llegó a la abadía de los monjes de Claraval con la intención de recogerse allí y dedicarse por entero al servicio de Dios. Muy pronto, sin embargo, cayó en la cuenta de que no estaba preparado para vivir la
vida de los monjes. No sabía leer ni escribir, era muy torpe para los trabajos manuales y los ratos de oración se le hacían interminables. A medida que pasaban los días, se veía cada vez más deprimido, como si un manto de tristeza cubriera su alma.
Una mañana muy temprano, mientras los monjes estaban en oración, el payaso acróbata se puso a vagar por la abadía y llegó a la cripta de la iglesia, donde descubrió una imagen de la virgen sentada en su trono. El payaso observó con atención su rostro cariñoso y sintió que no había hecho nada en su vida para
demostrarle a la virgen su amor de hijo. Como lo único que sabía hacer bien era brincar y bailar, se despojó de su pesado hábito y empezó a ejercitar para la virgen sus mejores saltos, muecas y cabriolas, mientras le rogaba que aceptara su actuación como prueba de su amor.
Desde ese día, mientras los demás monjes se entregaban a sus oraciones, el payaso bailaba, brincaba y ejercitaba sus mejores actos con toda devoción para la virgencita de la cripta. Un día, lo sorprendió un monje haciendo sus payasadas y brincos y, muy escandalizado, corrió a contárselo al abad. Bajaron los dos en silencio a la cripta y, ocultos detrás de una columna, presenciaron atónitos la actuación del acróbata hasta que cayó exhausto sobre el piso. Entonces, apenas pudieron creer lo que vieron sus ojos: la virgen se levantó de su trono, enjugó la frente sudada del payaso y depositó en ella un largo beso de agradecimiento y
amor.
Y tú? Que haces con tus mejores talentos? Los pones al servicio de Dios y de su Iglesia? Los ofreces como oración de alabanza? Así, toda nuestra vida puede ser una obra de arte para el Creador si se la ofrecemos! Podemos tocar la mejor melodía de alabanza que se le pueda dedicar solo con nuestras obras! Animo!

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