Cuando estamos enamorados de Dios, sólo puede surgir en nuestros corazones el deseo de colmarnos de su presencia, de nadar en las aguas profundas del Espíritu. Este deseo no puede ser contenido y es evidente que nuestra oración se llene de una petición que invita a Dios a llenarnos. La melodía que les invito a escuchar está llena de un precioso sentimiento que se esconde en el alma de quien desea cada día más de Dios. Otra oración hecha canción. Espero la disfruten!
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