Expresarle a Dios nuestra necesidad profunda de su presencia es algo que debe volverse menester en nuestro que hacer diario. Sin el no podemos vencer, sin el no podemos ser santos! No esperemos a que vengan los dolores, pruebas, sufrimientos para invocarle, llamémosle siempre! La melodía de hoy nos hace pedir con la mayor espontaneidad la presencia de Dios que se nos hace tan necesaria en momentos difíciles! Que lo disfruten!
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